En este mundo a menudo superficial, hoy quiero rescatar de mi memoria a un gran amigo que conocí en 1983. Pepe cumplía 69 y yo cumplía 24 años. Como leoninos, nos hicimos amigos discutiendo, no solo compartíamos la fecha de cumpleaños, también la pasión por el ajedrez, el aroma del café y las charlas tan hilarantes como profundas, sobre física, electrónica y las noticias del día.
Para los cercanos, era simplemente “el gallego Pepe”; para el mundo académico, el Dr. Ingeniero y Profesor José Álvarez López. Nacido en Córdoba, Argentina, el 31 de julio de 1914, un amante incansable de la Física y las Matemáticas. Gran conferenciante, disertante ameno y viajero infatigable, llevó su curiosidad a Egipto, Florida, Bolivia y Europa, investigando con una mente abierta y un espíritu inquieto.
Pepe organizaba en su casa de Córdoba las “Noches Áticas”.
(Noctes Atticae) es la referencia a la única obra conocida de Aulo Gelio, durante el mandato de Marco Aurelio (161-180). La que escribió en las largas noches de un invierno que pasó en el Ática; y que la terminaría después en Roma. En su obra anotó desordenadamente todas las curiosidades que oía o leía en otros libros. Está dividida en veinte libros, de los que han sobrevivido todos menos el octavo. Contiene notas sobre historia, geometría, gramática, filosofía y casi cualquier otra materia.
Estas “tertulias culturales” a veces caóticas por la diversidad de temas y los contrapuntos que se armaban cada viernes, reunían a contertulios y pensadores. Amigos de todo el mundo llegaban, para compartir ideas. Entre ellos, el físico madrileño Francisco Cuesta Benito, de la Universidad Complutense, y hasta figuras “muy controvertidas como Erich von Däniken” el suizo conocido por sus teorías sobre influencias extraterrestres en la antigüedad. El que se hizo famoso por el canal History, a través de su programa Alienígenas Ancestrales, con casi 10 temporadas. (creador de la teoría de los astronautas ó alinígenas ancestrales).
A diferencia de muchos, mi amigo Pepe no temía explorar fenómenos poco convencionales para la ciencia de su tiempo: los enigmas de las pirámides, la ufología, las fuerzas sobrenaturales y la metafísica.
Escribió más de 30 libros y publicaciones que hoy son referencia mundial. Como anécdota inolvidable, Pepe analizando la Teoría de la Relatividad, le escribió para señalarle un error a Albert Einstein, quien le respondió con gratitud dándole la razón por la corrección. Yo tuve el privilegio de sostener en mis manos esa correspondencia, un testimonio de su genio. Mantuvo, además, vínculos con científicos de todo el mundo, siempre dispuesto al diálogo.
Su biblioteca, con más de 2.000 volúmenes sobre ciencia, arqueología, literatura y arte, era un reflejo de su mente: un archivo vivo donde cada discusión encontraba una cita precisa. En su laboratorio de “Bicho Crú” (Ycho Cruz, en Punilla, Córdoba), Pepe comprobaba teorías con la misma pasión con la que recibía a sus amigos.
En lo personal, permaneció soltero hasta los 50 años, cuando conoció a la artista plástica Alejandra Correas Vázquez. Aunque le doblaba la edad, juntos formaron una pareja inseparable, dedicada durante cuatro décadas a la investigación histórica. Fueron un ejemplo de amor y complicidad, un vínculo que solo la muerte pudo interrumpir. En su mesa de trabajo, en el laboratorio de Ycho Cruz, encontraron un último mensaje, escrito en el reverso de una hoja de almanaque, como si presintiera su partida repentina: “En el amor, el último adiós es el que no se dice”, de Oscar Wilde. Esa frase resume su partida, imprevista y rápida, en 2007.
A sus 93 años, en pleno verano de febrero del 2007, Pepe seguía brillando. Apenas dos meses antes de su fallecimiento, ofreció dos conferencias magistrales en el Hotel Sheraton de Córdoba para un grupo de físicos chilenos que viajaron especialmente para escucharlo. Su vitalidad era inagotable.
Admiraba profundamente a Leopoldo Lugones, y solía recitar una estrofa que, creo, dejó como un mensaje para nosotros:
“Al terminar la tarde de aquel día / Cuando vine mi emocionado adiós a darte / Fue la honda tristeza de dejarte / Lo que me hizo comprender, que te quería”.
Pepe nos legó obras como El Enigma de las Pirámides, donde abordó ciencia, humanidad y religión con una claridad que hacía accesible para el hombre común los temas más complejos. Risueño, extrovertido y generoso, desde su pequeño laboratorio transformó ideas en verdades. Un cordobés universal, amigo inolvidable, un genio que marcó mi vida y la de tantos otros que tuvimos la suerte de conocerlo en la vida.
Bibliografía de José Alvarez Lopez:
1. Teoría Iónica de la Rectificación en Semiconductores (1.946).
2. Diagramas Térmicos y Anisotropía Eléctrica (1.946).
3. Física y Creacionismo (1.950).
4. El Concepto del Tiempo en la Relatividad Especial (1.956).
5. El Concepto de la Masa en la Relatividad General (1.956).
6. El Significado de la Paradoja del Reloj (1.956).
7. The Principle of Variational Homogeneity (1.957).
8. Auto Propulsión: El New Flying-Técnica (1.959).
9. El Hatha Yoga y la Ciencia Moderna (1.959).
10. El Valor del Hombre (1.960).
11. Realidad de Atlántida (1.960).
12. Relativistic Dimensional Analysis (1.961).
13. Experimentos sobre Respiración Asimétrica (1.965).
14. El Enigma de las Pirámides (1.965).
15. Vida Extraterrestre (1.968).
16. La Interferencia Gravitacional en el Efecto Einstein (1.968).
17. La Tesis Électromagnétique de Poincaré-Crémieux (1.968).
18. Dioses y Robots (1.970).
19. Propulsión Relativista Espacial (1.972).
20. Misterios Egipcios (1.974).
21. Sobre la Inexistencia de Electrónica de Inercia en los Conductores Metálicos (1.976).
22. Reconstrucción de Atlántida (1.978).
23. El Mensaje de la Gran Pirámide (1.987).
24. Retorno al Comienzo (1.987).
25. El Hombre, Náufrago del Cosmos (1.991).
26. Las Profecías del Apocalipsis (1.992).
27. Bioinformática. Bases para una Nueva Biología (1.992).
28. El Desafío de la Gran Pirámide (1.992).
29. La Biblia Alquímica (1.992).
30. La Biblia Cuántica (1.992).
31. Tiempo y Cuarta Dimensión (1.993).
32. Avances en Yoga. Yoga Electrónico (2.004).
33. La Cábala y los Cabalistas (2.004).